martes, 6 de noviembre de 2012

"La fuerza del grupo". Media Maratón de Palencia 2012‏

CRÓNICA DE PALENCIA O “LA FUERZA DEL GRUPO”

Esta historia se remonta a un amanecer lluvioso, muy lluvioso. Cinco avezados y valientes Correcaminos del Duero se atrevieron a desafiar las inclemencias meteorológicas en un día que no invitaba a más que a quedarse en la cama hasta bien entrada la mañana y levantarse para tirarse en el sofá hasta la hora de la comida.
A pesar de ello, el que suscribe (Felipe), María, Súper, Edu y Andrés, el ya conocido como “quinteto de los charcos palentinos”, nos dirigimos a la capital Palentina.
Por el camino comenzamos a trazar las estrategias de carrera, mientras nos decíamos la frase típica de “¿quién nos mandará meternos en estos berenjenales?”.
Así, de entrada el más valiente- pobrecito de mi-, fui yo que tenía la intención de repetir la marca realizada dos semanas antes en Palencia. El resto de los compañeros tenía la intención de hacer la media al trote “en grupo”, para allá de la hora y media.
Nada más lejos de lo pretendido, “el grupo” se deshizo en cuanto nos bajamos del coche y nos pusimos los dorsales ya que a la hora de la salida, los despistados Edu y yo mismo, nos rezagamos mientras María, Súper y Andrés afilaban sus uñas sobre la línea de cal que daría el pistoletazo de salida.
Para localizarlos, hubimos de subir a la silla del supuesto juez de salida. A partir de ahí, pistoletazo y a darlo todo, sin limpia parabrisas y sin las pertinentes “catiuscas, cachuscas o como quieran llamarse a esas botas alta de goma que se emplean en días de lluvia”.
El grupito roto desde la misma salida. Andrés, desbocado y recordando tiempos de una memorable media maratón en Béjar hace ya algunos años, se dio un homenaje y salió tirando como un poseso del grupo cabecero. Creo que la alegría le duró nos cuantos kilómetros, pero se lo pasó en grande. Olé sus…..¡¡¡
Mientras la lluvia seguía a lo suyo comenzamos con la primera vuelta al circuito palentino con mucho carril bici y extrarradio y lo justito de casco antiguo: Pero, pero que le vamos a hacer. Estamos acostumbrados a ello.
Mis primeros kilómetros se centran en coger ritmo de carrera e intentar alcanzar a Súper y María. No recuerdo que kilómetro fue pero me costó lo suyo pillarles y sobrepasarles. Gran error: debería haberme quedado con ellos y “hacer grupo”. Andrés me costó otro kilómetro más, mientras Edu conseguía contactar con Súper y María.
A partir de ese momento cada uno nos centramos en nuestras pretensiones. En unos casos se empeoraron- y no quiero mencionar a nadie-, y en otros mejoraron de manera notable.
En mi caso, ya desde los primeros kilómetros me noté agarrotado y me costaba mucho rodar por debajo de cuatro. Aún así, y sufriendo más de lo esperado, el paso por el kilómetro 10, aun no siendo el previsto, no era desalentador al hacerlo en poco más de 39 minutos.
Lo que ya me mosqueaba a esas alturas y con todo lo que quedaba es que mis músculos no estaban en el tono adecuado y me temía lo peor. Así fue ya que desde el kilómetro 12 hasta el final el sufrimiento se agudizó, las piernas se me bloqueaban, la zancada se encogía, las bajadas me parecían subidas, etc,…y todas esas cosas que se nos pasan por la cabeza.
Así hasta el final para acabar en 1hy 25m. Confieso que en el tramo final, con varios kilómetros muy por encima de cuatro, hasta esperaba que me alcanzara alguno de mis compañeros para “hacer grupo”. Poco le faltó a María y Súper, quienes entraron en meta poco más de 20 segundos después que el menda. Carrerón de ambos. Se les veía su cara de satisfacción mientras yo me retorcía agarrado en una valla para recuperar el aliento perdido.
Pocos minutos después, y rompiendo todas las previsiones, apareció Edu con 1h y 28 minutos, al que “el grupo” había abandonado a su suerte. Sorpresón para el mismo pero no para los que creemos en sus auténticas posibilidades. Creo que va comentando ya por ahí que va a “hacer grupo” con un tal Diego, conocido como “Cigalita o El cigala”, para untar el morro al presidente de este club en la primera ocasión que se le presente. Será más pronto que tarde cuando esto ocurra, acordaos de ello.
Al margen de este pequeño paréntesis, Andrés, con su maltrecha pierna, había tomado la sabia decisión de abandonar la carrera en la primera vuelta, en torno al km 10. No obstante, ahí estaba en la última curva para darnos ánimos al resto, cosa que siempre se agradece.
A partir de ahí, duchas y demás cositas del protocolo habitual al finalizar cualquier carrera. Nos faltaron las cañitas posteriores, pero es que ni el tiempo ni algunos estómagos invitaban para ello.
Todos al coche- con tertulia hortícola y ganadera por el camino-, y para casa. Lo que pasó el resto de la tarde me lo reservo para no herir sensibilidades……
Relatada grosso modo la carrera, se puede comprobar como “la fuerza del grupo” permitió una importante cosecha para cada uno de nosotros. Sospecho que esta fuerza se mantendrá en carreras venideras…..
Gracias compañeros y suerte porque ya sabéis que…..

La vida son dos días,…

No hay comentarios:

Publicar un comentario